La realidad del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho que ha alcanzado grandes dimensiones en el mundo entero; día a día escuchamos de adolescentes o jóvenes universitarios con consumos abusivos de alcohol o drogas y para nadie es desconocida la facilidad existente para acceder a las drogas casi en cualquier esquina, pues las redes del microtráfico se han encargado de distribuirlas en parques, calles, colegios, universidades, lugares recreativos o en el mismo lugar de residencia.

Más de una persona, me ha comentado que con pedir un domicilio de cualquier droga, ésta llega al lugar de destino en el menor tiempo posible y en varias ocasiones padres de familia afirman haber encontrado a su hijo comprando vendiendo drogas por catálogo a través de las redes sociales o comercializándolas con sus compañeros en colegios y universidades, sin la menor percepción de riesgo en relación a lo que están haciendo.

1. Se ha visto un aumento del uso de sustancias lícitas e ilícitas en la población colombiana, siendo los jóvenes con edades entre 18 y 24 años de edad los de mayor frecuencia de uso.
2. La edad de inicio está entre 12 y 14 años, sin mostrar diferencias significativas entre colegios privados y públicos ni entre sexos. 
3. Un resultado preocupante es el consumo de bebidas alcohólicas en la población con edades entre los 12 y los 17 años, aun cuando es conocida la prohibición de la venta de alcohol a menores de edad. 
4. Existe un mayor consumo de sustancias legales e ilegales por parte de los hombres, aunque mencionan que el consumo de las mujeres ha aumentado significativamente y resaltan en la población femenina adulta, mayor uso de medicamentos sin prescripción médica, tales como los tranquilizantes, estimulantes y analgésicos opioides. 
5. El uso actual de drogas sintéticas como el 2CB y el éxtasis, han tomado gran fuerza en la población Colombiana, tanto en jóvenes como en adultos. Han llegado a ocupar un segundo lugar, dejando atrás a la cocaína y siendo superadas únicamente por la marihuana.

Es cada vez más frecuente la demanda de ayuda que escucho por parte de los padres, esposos, hijos o hermanos, unos para informarse sobre las sustancias que circulan hoy en día en el mercado y de las cuales se enteran en el momento en que al familiar se le realiza una prueba toxicológica o confiesa su uso por la circunstancia crítica en la que se encuentra o preguntándose cómo abordar el tema cuando se sabe que hay consumo en un miembro de la familia; algunos quieren entender cómo su hijo terminó vendiendo drogas cuando lo tenía todo en casa o preguntando si permiten que el hijo de 15 años consuma licor pues todos sus amigos lo hacen y temen a la exclusión social.

Algunas veces buscan orientación para poder ayudar a quien consume que acepte ayuda, cuando niegan el consumo o lo defienden con argumentación errónea; otros se acercan buscando fortalecerse a sí mismos, queriendo poner un alto a la situación vivida por un familiar en consumo, pues temen que si lo hacen se puedan empeorar las cosas, afectar más a su ser querido o incluso, perderlo.

Si estás interesado en comprender desde un ángulo posibilitador lo que está pasando, si necesitas reconocer la impotencia que sientes para manejar la situación, si tienes miedo de actuar pensando que puedes perjudicar más a quien consume y necesitas orientación buscando ser ayudados y no juzgados por lo que estás pasando en tu familia, te invito a que separes una sesión de asesoría conmigo donde te ayudo a navegar esta tormenta.

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